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¿Qué le ha pasado al Mar Menor?

18 de febrero de 2020

Cada vez más escuchamos hablar sobre los daños que producen algunos fertilizantes contaminantes al medio ambiente y al agua de nuestro planeta. Uno de los casos más sonados en nuestro país es el del Mar Menor de Murcia.

Hoy desde ACH queremos ver cuáles han sido las causas de la contaminación del Mar Menor. Desde hace décadas muchas organizaciones y asociaciones ecologistas llevan denunciando el regadío intensivo en el Campo de Cartagena y el continuo incremento de hectáreas que rebasan el límite de lo permitido.

El problema que hace que el agua de la laguna se encuentre en un estado crítico se produce por la aportación masiva de nutrientes procedentes de la fertilización de los campos agrícolas y las aguas residuales. Los caudales y las escorrentías de agua han alimentado el fitoplancton, provocando la presencia de algas microscópicas que acaban enturbiando el agua e impide la entrada de luz en las capas más bajas del mar.

El hecho de que no llegue la luz provoca que se le impida la fotosíntesis a la vegetación que queda en el fondo, de este modo, no se producirá oxígeno y la consecuente muerte del fondo del mar.

El mejor remedio es la prevención. Cuidar de nuestra agua es responsabilidad de todas y todos.

Las verdaderas soluciones para revertir los graves problemas del Mar Menor y en concreto para afrontar y reducir la contaminación difusa agraria que llega a la laguna a través de las ramblas, drenajes, salmueras y grandes avenidas, requieren de la coordinación de las administraciones implicadas, fundamentalmente de la Consejería de Agricultura de la Comunidad Autónoma y de la Confederación Hidrográfica del Segura. Además de contar con una participación ciudadana activa, con el fin de plantear una visión verdaderamente integrada para aplicar medidas a varios niveles:

1. Atajar el descontrol del regadío en el Campo de Cartagena

– Auditar la superficie regada, dado que los estudios disponibles muestran transformaciones a regadío muy por encima de los perímetros legalmente autorizados, lo que ha multiplicado el problema de la contaminación agraria.

– Auditar igualmente la situación de descontrol que se ha producido con la enorme proliferación de desaladoras privadas dispersas por todo el Campo de Cartagena, proliferación posiblemente ligada al descontrol en el incremento de nuevas superficies de regadío.

2. Reducir la contaminación agraria en origen

Entre las medidas para reducir la contaminación agraria se debe incluir como medida central un plan para promover la reconversión a la agricultura ecológica en el Campo de Cartagena. Igualmente se deben reconvertir los invernaderos existentes en el Campo de Cartagena a sistemas de ciclo cerrado en relación con los drenajes agrarios. De hecho, los invernaderos de circuito cerrado son obligatorios en toda Holanda, por ejemplo, y en Almería también hay ya muchos invernaderos de este tipo.

3. Aplicar la amplia batería existente de medidas basadas en la naturaleza para reducir los flujos de contaminación agraria en el conjunto de la cuenca

Estas medidas incluyen, entre otras muchas, medidas de arquitectura del paisaje a través de franjas de vegetación entre parcelas y lindes. Estas franjas de vegetación, así como pequeños cuerpos de agua, actúan como áreas-tampón y trampas de retención de nutrientes y pesticidas en toda la zona de regadío intensivo del Campo de Cartagena. A nivel técnico se trata de medidas maduras, sobradamente conocidas, fácilmente implementables y de bajo coste.

4. En las proximidades de la laguna, crear una banda de nuevas superficies de humedal que actúen como filtros verdes e intercepten todos los flujos

La creación de una banda de nuevas superficies de humedal actuaría como filtro para interceptar tanto los flujos superficiales a través de las ramblas, como las sub-superficiales y las aguas de avenida, que van muy cargadas en nutrientes y pesticidas y cuyo único tratamiento posible es a través de humedales. Los estudios disponibles avalan la elevada eficacia que tendría esta banda de nuevos humedales, diseñados para optimizar su función de eliminación de nutrientes con el fin de reducir de forma muy significativa la contaminación agraria difusa que llega a la laguna a través de los diferentes flujos.